Raza de perro SETTER INGLÉS


SETTER INGLÉS

English Setter

Descripción

El setter inglés es uno de los cuatro setters que existen, criado especialmente para el trabajo, de tamaño mediano-grande, contorno nítido y de apariencia y movimiento elegantes. Su cabeza es más ancha que profunda, con el hocico largo y cuadrado y las orejas largas, caídas, con las puntas aterciopeladas. Su cola es ahusada y plumosa. Su pelaje es abundante, largo y sedoso, siendo aún más largo y plumoso en patas, cola, pecho, parte inferior del cuerpo y orejas y más corto en la cabeza. Su color es negro y blanco, naranja y blanco, limón y blanco, marrón y blanco o tricolor, es decir, negro, blanco y fuego o marrón, blanco y fuego.

  Origen e historia del SETTER INGLÉS

Setter proviene del verbo inglés set, que en uno de sus significados hace referencia a la acción del perro de ubicar la presa. El setter inglés es una raza desarrollada a partir del Siglo XIX para tal fin, es decir, para obtener un perro apto como señalador y cobrador de caza adecuado tanto para la caza menor, como sobre todo para la caza de aves mediante escopeta. Para su selección el inglés Edward Laverack, impulsor de la raza, usó spaniel franceses y setters británicos. En 1874 publicó el estándar del Setter Inglés. A su muerte, sin embargo, Laverack solo había logrado tener dos campeones y cinco ejemplares de la nueva raza. Con esta base su amigo Richard Purcell Llewellin completó el trabajo cruzando los perros de Laverack con Gordon Setter, Setter irlandeses y Setter ingleses de otros criadores, logrando así una línea de gran belleza y de ejemplares inmejorables para el trabajo en el campo. En 1890 se fundó el English Setter Club. Actualmente se consideran dos líneas en el Setter Inglés: la primera de perros más grandes, con grandes flecos aptos para los concursos de belleza. Otra de perros más pequeños es usada con fines cinegéticos. A esta última muchas veces se le da el nombre de Setter Llewellyn.

  Temperamento y comportamiento del SETTER INGLÉS

El setter inglés es un perro usado hasta épocas recientes en las actividades cinegéticas, especialmente como perro de muestra y cobrador en tierra y agua, pero también para la caza del zorro y la caza menor. Hoy por hoy es sobre todo una mascota frecuente en Gran Bretaña y otros países. Por sus características de setter requiere una gran cantidad de ejercicio por lo que es más adecuado para la vida en las zonas rurales, donde tienen más posibilidad de salir al campo, o para familias numerosas y activas con mucho movimiento y con espacio. Con todo y con eso son adaptables a la vida en apartamentos siempre que se les proporcione juego y actividad. En familia son perros vivaces, veloces, amables, afectuosos, tolerantes, dóciles, de fácil adiestramiento, fiables con los niños y tranquilos con otros perros. Si se aburren, está encerrados o permanecen tiempo solos pueden ponerse muy nerviosos y volverse muy destructivos y ladradores.

  Salud y cuidados del SETTER INGLÉS

El setter inglés es una raza que puede presentar algunos problemas de salud en los huesos y articulaciones, debido a su desarrollo lento, así como alergias cutáneas. Pueden darse casos de algunas otras afecciones genéticas como la atrofia progresiva de retina, que les puede causar ceguera, o la displasia de cadera. Asimismo conviene revisarle su pelaje y ojos para prevenir infecciones, así como sus orejas caídas para que no se le acumulen bacterias y hongos debido a la humedad que allí se deposita. Como sucede con otros perros de caza es conveniente que se le realice una inspección periódica, después de una jornada en el campo, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas o parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisarse las patas y orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la piroplasmosis.

Respecto a su cuidado es un perro fuerte pero además de las atenciones veterinarias comunes a todos los perros necesita que se le preste atención en varios aspectos. Conviene un entrenamiento físico diario para mantenerlo en forma y equilibrado. Por otro lado, conviene adiestrarlos de una manera firme y socializarlos correctamente ya que tienden a coger malos hábitos con rapidez. Son además propensos al sobrepeso por lo que hay que atender a su alimentación. Por último, para el mantenimiento de su pelaje largo basta con un cepillado cada dos días y con más frecuencia en épocas de muda.