Raza de perro PERRO CORSO ITALIANO


PERRO CORSO ITALIANO

Cane Corso Italiano

Descripción

El perro corso italiano, también llamado “cane di macellaio”, es un mastín clásico sin las exageradas características del dogo napolitano. Es un perro grande, robusto, musculoso, fuerte y muy elegante, con unas extremidades potentes. Su cabeza es ancha, típica molosoide con un stop muy marcado. Sus orejas son triangulares, colgantes y anchas en la base, a menudo amputadas en forma de triángulo, confiriendo al perro un aspecto más severo. La cola es de inserción alta y también suele amputársele. Su pelaje es corto, denso y con una capa interna de pelos delgada. Los colores son variados, pudiendo ser negro, gris (varias gamas), rojo, leonado tirando a oscuro y atigrado. Algunos perros presentan una máscara gris o negra en el hocico y una mancha blanca en el pecho.

  Origen e historia del PERRO CORSO ITALIANO

El perro corso italiano, cuyo nombre “corso” deriva del Latín “cohors” y significa protector, guardián del corral, es una raza de moloso muy antigua que desciende del molossus romano que llegó Italia de la mano de antiguos legionarios que se convirtieron en labriegos una vez retirados. Históricamente desarrolló varias actividades protegiendo al ganado frente al lobo y los osos, defendiendo la propiedad o actuando en la caza mayor. Más tarde en el Siglo XVIII y XIX fue usado como perro de carnicero y para peleas de perros. Lentamente cayó en desuso y la raza que antaño estuvo repartida en todas las regiones de Italia y Sicilia hoy solo está presente en Apulia, Basilicata y Molise.

  Temperamento y comportamiento del PERRO CORSO ITALIANO

El perro corso italiano ha sido empleado tradicionalmente en actividades cinegéticas (caza mayor) y en tareas de pastoreo de ganado, guardia y protección de las reses frente a lobos y extraños. Es asimismo un gran perro guardián de fincas y perro de carnicero. Por sus características requiere cierta actividad y necesita ejercicio, paseos, ocupación y juego. Son aptos para entornos rurales y grandes espacios y algo menos para entornos urbanos y apartamentos a los que pueden adaptarse. En el trabajo son determinados, territoriales y eficaces con el ganado. En la caza son ágiles, valientes y determinados. En familia son obedientes, inteligentes, fieles, pacíficos, afectuosos y pacientes con los niños a quienes hay que enseñarles a convivir con un perro de esta envergadura. Por el contrario son desconfiados con los extraños, algo tozudos, orgullosos y territoriales con otros perros con los que puede comportarse de una manera dominante. Por sus características de gran perro necesita de una mano experta y un adiestramiento y socialización cuidadosos y a edad temprana; con firmeza, refuerzo positivo y cariño puede convertirse en un compañero fiable y manso. Una vez que aprende una orden no la olvida. Por último, si se aburre o permanece tiempo inactivo o solo puede llegar a volverse muy destructivo, compulsivo, nervioso y agresivo.

  Salud y cuidados del PERRO CORSO ITALIANO

El perro corso italiano es una raza fuerte y sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito aunque no está exento de las típicas afecciones de las razas gigantes como la displasia de cadera, de codo, rótula y la torsión de estómago, entre otras. Conviene, además, revisarle sus orejas regularmente, para prevenir infecciones y hongos debido a la humedad que allí se acumula. En el caso de ser un perro de trabajo o que realice muchas actividades en el campo es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir enfermedades como la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.

Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación regular. Hay que controlar su alimentación, pues pueden tender al sobrepeso. Por último, respecto al mantenimiento de su pelaje es necesario que se le practique un cepillado regular para retirar los pelos muertos y mantenerlo sano y en buen aspecto.