Raza de perro MASTÍN DEL PIRINEO


MASTÍN DEL PIRINEO

Mastín del Pirineo

Descripción

El mastín del Pirineo es un perro tipo molosoide de gran tamaño, rústico, fuerte, bien proporcionado, extremadamente potente y musculado. Su esqueleto es compacto. Su cabeza es grande, fuerte y de tendencia alargada, sostenida por un cuello fuerte y flexible. Sus orejas tienen forma triangular, son planas y le caen a cada lado. Su cola es de nacimiento grueso y muy peluda. Sus patas son gruesas y fuertes, con pies anchos de plantas igualmente gruesas. Su pelo es tupido, grueso y duro, siendo más largo en el cuello. El color de éste es básicamente blanco con máscara bien definida y manchas del mismo color que la máscara que suele ser gris, beige, negra, parda, amarilla, arena o jaspeada.

  Origen e historia del MASTÍN DEL PIRINEO

El Mastín del Pirineo es una antigua raza autóctona de Aragón, España. Desciende de antiguos mastines llegados a España con los romanos (molossus romano) o quizá antes de la mano de los fenicios o celtas y en su sangre hay cruces con el mastín español. Durante siglos este perro ha sido usado para proteger los rebaños que recorrían Aragón y Navarra desde el Pirineo hasta el Maestrazgo. Su potencia y ferocidad los hacían eficaces protectores de los rebaños frente a depredadores y ladrones. Tras la Guerra civil española y debido a las dificultades económicas el mastín entró en declive ya que resultaba muy caro mantener. No es hasta los años 70 cuando se inicia una lenta recuperación a partir de perros que subsistían dispersos en granjas y pequeñas poblaciones rurales. En 1977 se creó el Club del Mastín del Pirineo de España que ha organizado el programa de cría de la raza. En la actualidad la raza tiene un cierto reconocimiento internacional como perro guardián, como lo demuestra la existencia de clubes en varios países europeos y en EEUU. Esto ha favorecido, sin embargo, el cruce con otras razas buscándose un perro de características más perfectas, lo que está llevando a la extinción del antiguo tipo de mastín del Pirineo.

  Temperamento y comportamiento del MASTÍN DEL PIRINEO

El mastín del Pirineo es un pastor típico molosoide cuya principal actividad ha sido, tradicionalmente, la de vigilar, defender, guardar y proteger al ganado de los depredadores naturales como el lobo y el oso. Es, además, un efectivo guardián de propiedades y personas. Dado su carácter cariñoso y manso y su inteligencia puede usarse como mascota. Por sus características requiere cierta actividad y necesita ejercicio, paseos, ocupación y juego. Son aptos para entornos rurales y espacios amplios, preferiblemente exteriores, y algo menos para entornos urbanos con todas sus limitaciones. Como perro de trabajo es muy obediente, fiel al pastor, despierto, muy territorial, lo que le hace un perfecto guardián ante extraños y depredadores a los que se enfrenta con valentía, ferocidad y efectividad. En familia son mansos, bonachones, fieles, equilibrados, tranquilos, independientes, afables, afectuosos y muy protectores. Es una raza dominante y ante otros perros o personas podría llegar a encararse, por lo que se necesita un adiestramiento y socialización tempranos con firmeza, refuerzo positivo, cariño y mucha paciencia. Por último, si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse muy destructivos, compulsivos y nerviosos aunque no suelen ser ladradores.

  Salud y cuidados del MASTÍN DEL PIRINEO

El mastín del Pirineo es una raza fuerte y sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito aunque no está exento de las típicas afecciones de las razas gigantes como la displasia de cadera, de codo y la torsión de estómago, entre otras. Conviene, además, revisarle sus orejas regularmente para prevenir infecciones y hongos debido a la humedad que allí se acumula. En el caso de ser un perro de trabajo, o bien que realice muchas actividades en el campo, es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.

Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación regular. Hay que controlar su alimentación, pues tienden al sobrepeso. Por último, respecto al mantenimiento de su tupido pelaje es necesario que se le practique un cepillado regular para retirar los pelos muertos, evitar enredos y mantenerlo en buen aspecto.