PASTOR RUMANO DE BUCOVINA
Ciobanesc Romanesc de Bucovina
Descripción
El perro de pastor rumano de Bucovina, o también conocido como perro de pastor de Europa del Sureste, es un moloso de grandes dimensiones, poderoso, con un marcado dimorfismo sexual, de cuerpo rectangular, grupa amplia, hombros largos y ligeramente inclinados. La cabeza es maciza pero no pesada, con los ojos almendrados, oblicuos y pequeños y las orejas de implantación alta, en forma de V y redondeadas en la punta. Su cola es de implantación alta, ligeramente curvada en reposo y tupida. Su pelaje es áspero, denso, abundante, liso y largo (hasta 9 cm) con una capa interna densa y suave. El pelo es aún más tupido en el cuello, parte posterior de las extremidades y cola. El color base del manto es blanco o blanco marfil con parches de color gris o negro o rojo leonado generalmente con moteado negro o gris.
Origen e historia del PASTOR RUMANO DE BUCOVINA
El perro pastor rumano de Bucovina o perro de pastor de Europa del Sureste, también llamado Dulau o Capau, es una raza muy antigua originaria de Bucovina y los Cárpatos moldavos aunque también está presente en Bulgaria y Serbia. Como el pastor de Mioritza y el pastor de los Cárpatos, es una raza molosoide que pudo haberse originado a partir de perros asiáticos, como el caso de los boyeros suizos, y que como estos han permanecido en sus zonas de distribución, relativamente aisladas, con pocas variaciones desde la llegada de los romanos a Dacia en el Siglo II d.C., gracias a su utilidad. Durante siglos su criterio de selección fue exclusivamente funcional. Su primer estándar fue escrito en 1982 y renovado en 2002 según los modelos de la FCI. Su estatus de reconocimiento por la FCI es muy reciente y todavía es una raza muy poco conocida fuera de Moldavia y los tres países antes mencionados.
Temperamento y comportamiento del PASTOR RUMANO DE BUCOVINA
El perro pastor rumano de Bucovina o perro de pastor de Europa del Sureste es un pastor típico de tipo moloso cuya principal actividad ha sido, tradicionalmente, la de desempeñar funciones de vigilancia y guarda y protección del ganado. Es, por tanto, un efectivo guardián. En menor medida puede usarse como mascota aunque no es muy frecuente. Por sus características requiere cierta actividad y necesita ejercicio, paseos, ocupación y juego. Son aptos para entornos rurales y espacios amplios, preferiblemente exteriores, y mucho menos para entornos urbanos con sus limitaciones. Como perro de trabajo es obediente, receptivo, muy fiel al pastor, despierto y muy territorial, lo que le hace un perfecto vigilante ante extraños y depredadores a los que se enfrenta con ferocidad. En familia son fieles, equilibrados, tranquilos, independientes, buenos compañeros, afables, afectuosos y muy protectores. Es una raza dominante y ante otros perros o personas podría llegar a encararse por lo que se necesita una mano experta. Conviene, por tanto, adiestrarlo firmemente con cariño, paciencia y refuerzo positivo. Por último, si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse muy destructivos, compulsivos, nerviosos y ladradores.
Salud y cuidados del PASTOR RUMANO DE BUCOVINA
El perro pastor rumano de Bucovina o perro de pastor de Europa del Sureste es una raza rústica y sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito aunque no está exento de las típicas afecciones de las razas gigantes como la displasia de cadera, de codo y la torsión de estómago, entre otras. Conviene, además, revisarle sus orejas regularmente para prevenir infecciones y hongos, así como los ojos. En el caso de ser un perro de trabajo, o bien realice muchas actividades en el campo, es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.
Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación constante. Respecto al mantenimiento de su tupido pelaje es necesario que se le practique un cepillado regular para retirar los pelos muertos, evitar enredos y mantenerlo en buen aspecto. Asimismo conviene controlarle las pulgas.