PASTOR BERGAMASCO
Cane da pastore Bergamasco
Descripción
El Pastor Bergamasco es un perro de tamaño mediano o grande, rústico, fuerte pero de proporciones equilibradas y de construcción cuadrada. Su cabeza es grande, con la longitud del hocico igual a la del cráneo. Sus orejas son de inserción alta, triangulares y semi-caídas. Su cola es grande y ahusada en forma de sable. Su principal característica es el pelaje abundante en forma de mechones y cordones ásperos, con una capa interna más fina. El color del manto es negro opaco, rojizo, gris con manchas grises en todas sus tonalidades, aceptándose las manchas blancas siempre que cubran una pequeña parte del pelaje.
Origen e historia del PASTOR BERGAMASCO
El pastor bergamasco o pastor de Bérgamo es una antigua raza de perro pastor descendiente de molosos y probablemente emparentado con los perros húngaros tipo komondor o puli. Como estos descendería de perros llegados a Europa en las invasiones mongolas del Siglo XIII que probablemente se cruzaron con perros locales de los valles montañosos pre-alpinos del norte de Bérgamo. Desde 1300 ya hay registros de estos perros conductores de ovejas en los valles bergamascos. En 1890 se inició su cría selectiva por parte de Paolo Cornaggia. Más tarde, en 1949, se creó la asociación de amantes del pastor bergamasco redactándose el estándar oficial algunos años después.
Temperamento y comportamiento del PASTOR BERGAMASCO
El pastor bergamasco o pastor de Bérgamo es un pastor típico cuya principal actividad ha sido, tradicionalmente, la de guiar y proteger los rebaños y guardar las fincas. Recientemente es también como mascota y como perro de trabajo por la policía italiana. Por sus características requiere actividad intensa y necesita mucho ejercicio, paseos, actividad, ocupación, correr y jugar. Son aptos para entornos rurales y espacios amplios aunque se adaptan igualmente a la vida urbana. Como perro de trabajo suele estar siempre alerta, es decidido, eficaz para reunir y guiar rebaños, testarudo, infatigable, valiente, demostrando su bravura ante animales salvajes, y es resistente a las inclemencias del tiempo. Además, es relativamente fácil de adiestrar. En familia son compañeros excelentes, afables, afectuosos, activos, alegres, fieles y pacientes con los niños. Son, eso sí, cautelosos con los extraños. Por sus características pueden ser problemáticos con otros perros. Pese a su docilidad se les debe educar con un adiestramiento del tipo refuerzo positivo desde pequeños, con firmeza para impartirle normas de obediencia y socializarlo correctamente si va a ser destinado a mascota. Por último, si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse muy destructivos, compulsivos, nerviosos y ladradores.
Salud y cuidados del PASTOR BERGAMASCO
El pastor bergamasco o pastor de Bérgamo es una raza rústica y bastante sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito. Asimismo conviene revisarle sus orejas para prevenir infecciones y hongos, así como los ojos. En el caso de ser un perro de trabajo, o bien realice muchas actividades en el campo, es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.
Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo las relativas a su característico pelaje y aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación constante. Respecto al mantenimiento de su pelaje, éste requiere un compromiso bastante alto. En el exterior sus mechones son un atrápalo todo. Más que cepillarlo hay que evitar que los mechones se compacten y hay que estirar cada uno de sus mechones o rastas regularmente. También hay que esquilarlos. Por el tipo de pelaje no requiere baños regulares ya que tarda un día en secarse y basta con que se haga muy de vez en cuando, por ejemplo, cada año o por cuestiones médicas.