PERRO DE CANAAN
Canaan Dog
Descripción
El perro de Canaan es un perro de tamaño mediano, robusto, cuerpo cuadrado, equilibrado, fuerte y parecido al tipo de perro salvaje. Para esta raza existe un marcado dimorfismo sexual. Su cabeza tiene forma de cuña, con las orejas altas y erectas. Su cola está muy poblada, normalmente curvada sobre el lomo. Su pelaje es de longitud media, liso y duro. El color del manto va de los colores arena al pardo, rojizo, blanco, negro o moteado, con o sin máscara. Si hay presencia de máscara, ésta debe ser simétrica.
Origen e historia del PERRO DE CANAAN
El Perro de Canaan es una antigua raza de tipo spitz conocida desde hace al menos 2000 años en Palestina, Libano y Jordania y empleada como pastor y perro de trabajo. La raza como tal fue creada en la década de 1930 por Rudolphina Menzel, una criadora y adiestradora austríaca, a partir de perros de la región que ella misma seleccionó y cruzó. Actualmente es una raza reconocida por la FCI y las principales asociaciones cinológicas internacionales.
Temperamento y comportamiento del PERRO DE CANAAN
El perro de Canaan es un perro usado como pastor, rastreador, guardián y principalmente mascota. Requiere actividad moderada y necesita ejercicio, paseos regulares, correr y jugar. En familia son tranquilos, fieles, alertas, obedientes, tolerantes, pacientes, aptos con los niños. Conviene adiestrarles con paciencia para socializarlos con perros y mascotas más pequeñas. Es reservado con los desconocidos, aunque sin llegar a ser tímido o agresivo. Por último, si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse destructivos, nerviosos y ladradores.
Salud y cuidados del PERRO DE CANAAN
El Perro de Canaan es una raza que no suele presentar muchos problemas de salud salvo algunas típicas enfermedades como la sordera, la displasia de cadera, luxación de rótula y torsión de estómago. Tampoco se le conocen enfermedades congénitas características salvo la atrofia progresiva de retina y otros problemas oculares. Asimismo conviene revisarle su pelaje, orejas y ojos para prevenir infecciones. Como sucede con otros perros de trabajo que realizan actividades al aire libre es conveniente que se le realice una inspección periódica, después de una jornada en el campo, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas o parásitos en la piel y pelos. Especialmente deben revisársele las patas y orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis.
Respecto a su cuidado es un perro saludable que no precisa muchos cuidados además de las atenciones veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional precisa un entrenamiento físico diario y bastante actividad. Debe tenerse en cuenta que la vida sedentaria puede ocasionarle sobrepeso. Por último, para el mantenimiento de su pelaje de doble capa es necesario un cepillado regular tanto para retirar los pelos muertos, como para prevenir problemas en la piel. Igualmente necesita ser bañado al menos cada seis meses.