Raza de gato MANX
El Manx es un gato de talla media, robusto, musculoso, con las patas robustas siendo las delanteras más cortas que las traseras. Su cabeza es redonda, con los ojos igualmente redondeados y colocados en ángulo y las orejas medianas con punta redondeada. Esta raza presenta ausencia de cola. Su manto es corto, grueso y brillante. Los colores pueden ser muy variados. El Manx presenta dos variedades: los "Stumpy" de cola muy pequeña y los “Rumpy”, sin cola y con un orificio al final de la columna vertebral.
El Manx es un gato que proviene de la isla de Man, situada en el mar de Irlanda y perteneciente a Gran Bretaña. Es una de las razas más antiguas que se conocen aunque su origen es, sin embargo, incierto. Existen muchas leyendas alrededor de su origen como las que hablan de la unión de gatos con conejos, las que lo relacionan con los antiguos fenicios o incluso con relatos bíblicos. Lo cierto es que la falta de cola larga se debe a una mutación provocada por un gen dominante que afecta a toda la columna vertebral. Esta raza es reconocida por la Fédération Internationale Féline (FIFE) y la Cat Fancier Association (CFA) desde los años 30. Desde los 60 su variedad de pelo semilargo se cría como raza separada (Cymric).
El Manx es un gato simpático, cariñoso y de carácter sociable. Esta raza despliega sus encantos y gracias con todos los miembros de la familia aunque suele inclinarse por uno de ellos, incluso con las visitas se suele mostrar abierto y extrovertido. Son también inteligentes y curiosos. El gato de esta raza suele mostrarse sumamente sereno ante determinadas irrupciones de extraños en su territorio, lo cual lo transforma en un animal muy adecuado para la compañía. Si se siente molestado optará por retirarse a un lugar donde se encuentre seguro.
El Manx es un gato fuerte y saludable. Hasta la fecha no se le ha determinado ninguna afección genética característica aunque si en cruces con consanguineidad podrían aparecer afecciones mortales de carácter genético. Por lo general suele ser una especie longeva.Respecto a sus cuidados no precisa ninguno especial más allá de las atenciones veterinarias típicas a todos los gatos. Es conveniente cepillarlo al menos dos o tres veces por semana para retirar los pelos muertos.