SCHAPENDOES HOLANDÉS
Nederlandse Schapendoes
Descripción
El schapendoes holandés es un perro de estructura liviana, rústico, elástico, vivaz y de proporciones armoniosas. Su cabeza es dolicocéfala, fuerte y está cubierta de abundante pelo que le cubre los ojos, lo que da la impresión que parezca mayor de lo que es. Sus orejas son grandes, de inserción alta, colgantes y cubiertas de abundante pelo. Su cola es larga y le sirve para impulsarse en los saltos, llevada con un porte característico durante el paseo: bastante alta y formando una curvatura. Su pelaje es abundante, de hasta 7 cm de longitud, lanoso, ondulado y con una abundante capa interna de pelos suaves. El color del manto es variado, admitiéndose todos los colores aunque con preferencia por las tonalidades negra y azul grisáceo.
Origen e historia del SCHAPENDOES HOLANDÉS
El Schapendoes holandés tiene su origen a finales del Siglo XIX y rápidamente se extendió por todas las landas de los Países Bajos gracias a su inteligencia, sus dotes como pastor de rebaños de ovejas y su capacidad de trabajador independiente y autónomo en lugares dispersos. La raza fue gestada por P.M.C. Toepoel a base del mestizaje de algunos perros similares como el Collie Barbudo, el Puli, el pastor de las llanuras polaco, el Bobtail, el Briard, el pastor bergamasco, así como el Pudel ovejero alemán que descienden a su vez de los perros pastores de montaña. La Segunda Guerra Mundial diezmó la raza y se hizo un esfuerzo por localizar supervivientes. A partir de 1947 se consiguieron los primeros éxitos en su rcuperación, fundándose el club de la raza Schapendoes de los Países Bajos fue y reconociéndose provisionalmente en 1952 por el Raad van Beheer y definitivamente en 1971.
Temperamento y comportamiento del SCHAPENDOES HOLANDÉS
El Schapendoes holandés es un perro de trabajo típico cuya principal actividad ha sido y sigue siendo la de guiar, reunir y proteger los rebaños en terrenos bastante despoblados. Por sus características requiere actividad intensa y necesita mucho ejercicio, paseos, actividad, ocupación, correr y jugar. Son aptos para entornos rurales y espacios amplios y se adaptan con dificultad a la vida urbana. Como perro de trabajo suele estar siempre alerta, es eficaz con animales mucho más grandes que él, es inteligente, muy independiente y autónomo, vivaz, infatigable, valiente y es resistente a las inclemencias del tiempo. Además, es relativamente fácil de adiestrar. En familia son compañeros afables, afectuosos, activos, alegres, fieles y muy apegados. Son, eso sí, reservados con los extraños. Por sus características pueden ser problemáticos con otros perros. Pese a su docilidad se les debe educar con un adiestramiento del tipo refuerzo positivo desde pequeños, con firmeza, tanto para impartirle normas de obediencia, como para socializarlo correctamente si va a ser destinado a mascota. Por último, si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse muy destructivos, compulsivos, nerviosos y ladradores.
Salud y cuidados del SCHAPENDOES HOLANDÉS
El Schapendoes holandés es una raza rústica y bastante sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito salvo el hecho que son propensos a problemas de estómago, endometritis, hipotiroidismo y displasia de cadera. Conviene, además, revisarle sus orejas regularmente para prevenir infecciones y hongos, así como los ojos. En el caso de ser un perro de trabajo, o bien realice muchas actividades en el campo, es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.
Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación constante. Por último, el mantenimiento de su pelaje y su barba requiere bastante atención, desde un cepillado regular con peine de crin para retirar los pelos muertos y evitar enredos, a recortarse estacionalmente. Asimismo conviene controlarle las pulgas. Igualmente necesita ser bañado regularmente.