DOGO MALLORQUÍN (CA DE BOU)
Ca de bou
Descripción
El ca de bou o dogo mallorquín es un molosoide de talla grande, de cuerpo alargado, constitución fuerte y poderosa y extremidades potentes. El dimorfismo sexual está muy acentuado en esta raza, especialmente en la conformación del cráneo y el tamaño corporal. Su cabeza es maciza, típica molosoide, con un stop muy marcado. Sus orejas son de forma de rosa, de implantación alta y lateral. Su cola es de implantación baja y en reposo es llevada de forma natural. Su pelaje es corto, denso y áspero, con una capa interna de pelos fina. Los colores son variados pudiendo ser atigrado oscuro, leonado intenso o negro con manchas blancas en pies, pecho y hocico y ocasionalmente máscara negra.
Origen e historia del DOGO MALLORQUÍN (CA DE BOU)
El ca de bou o dogo mallorquín es un perro que desciende del alano español o peninsular que fue introducido en las Baleares tras la reconquista catalana a cargo de Jaume I a partir de 1230. Los alanos llegados a las islas habían trabajado en la costa catalana para la protección de los puertos y pueblos del litoral frente a incursiones berberiscas y cumplían actividades de cacería y se utilizaba asimismo para pelea y combate con el toro. Cuando Menorca pasó a Inglaterra por el Tratado de Utrecht (1713) los ingleses mestizaron sus mastines con el dogo balear. En ese momento las peleas entre perros y toros eran muy populares en Inglaterra y los ingleses buscaron un perro que les sirviera para ese fin. Por ese motivo recibió el nombre de Ca de Bou. A principios del Siglo XX se renovó el interés por la raza. En 1928 se inscribió el primer ejemplar y en 1929 se premió un ejemplar en la Exposición de Barcelona. Hoy en día es una raza todavía escasa y no suele ser vista fuera de Catalunya o las islas Baleares.
Temperamento y comportamiento del DOGO MALLORQUÍN (CA DE BOU)
El ca de bou o dogo mallorquín fue tradicionalmente empleado como perro de protección, defensa, asistente en la caza, guardián de fincas y propiedades. En el Siglo XVIII y XIX se popularizó su uso en peleas y combates con toro (de ahí el nombre de ca de bou). Hoy en día es también usado como mascota. Por sus características requiere cierta actividad y necesita ejercicio, paseos, ocupación y juego. Son aptos para entornos rurales y urbanos y pueden vivir en todo tipo de viviendas siempre que se le proporcione actividad y posibilidad de salidas de calidad. En familia son obedientes, mansos, fieles, equilibrados, tranquilos, pacíficos y afectuosos. Les gusta estar entre la gente y requieren paciencia (son lentos en cuanto al aprendizaje) y sensibilidad. Con otros perros puede ser una raza dominante y es algo desconfiado ante personas desconocidas lo que le convierte en un buen guardián. A pesar de su mansedumbre, por sus características de gran perro, necesita un adiestramiento y socialización cuidadosos y a edad temprana; con firmeza, refuerzo positivo y cariño para poder tener un compañero fiable. Por último, si se aburre o permanece tiempo inactivo o solo puede llegar a volverse muy destructivo, compulsivo, nervioso y agresivo.
Salud y cuidados del DOGO MALLORQUÍN (CA DE BOU)
El ca de bou o dogo mallorquín es una raza fuerte y sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito aunque no está exento de las típicas afecciones de las razas gigantes como la displasia de cadera, de codo, rótula y la torsión de estómago, entre otras y otras heredadas del mastín inglés como ectropión, membranas pupilares persistentes o displasia de retina. Conviene, además, revisarle sus orejas regularmente, para prevenir infecciones y hongos debido a la humedad que allí se acumula, así como los ojos y dentadura. En el caso de ser un perro de trabajo o que realice muchas actividades en el campo es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir enfermedades como la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.
Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación regular. Hay que controlar su alimentación, pues tienden al sobrepeso. Por último, respecto al mantenimiento de su pelaje es necesario que se le practique un cepillado regular para retirar los pelos muertos y mantenerlo sano y en buen aspecto.