Raza de gato PERSA
El Persa es un gato de tamaño medio, cuerpo compacto, musculoso y patas cortas y gruesas. Su cabeza es grande y redonda, con los ojos grandes, redondos y muy separados y las orejas pequeñas, redondeadas y situadas en la parte baja de la cabeza. Su cola es bastante corta pero muy poblada. Su manto es largo, espeso, suave y exuberante de varios tonos unicolores, bicolores y colourpoint.
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El Persa es una raza de gato de origen antiguo, quizá emparentada con el Angora turco y probablemente procedente del reino de Persia (Irán) o Turquía. Los primeros persas llegaron a Occidente, Italia y Francia, procedentes de Turquía a partir de 1620. En el siglo XVIII la raza era criada para la nobleza de Italia, Francia e Inglaterra. A finales del Siglo XIX el persa se desarrolló según los estándares de Harrison Weir aunque en la morfología actual se conservan rasgos del antiguo persa.
El Persa es el felino de lujo por excelencia. Es tranquilo, dormilón, observador y poco expresivo y no tiene tan desarrollado el instinto de cazar como sucede en otras razas felinas. El gato persa es además dulce, de temperamento pacífico y muy tranquilo. Tiene una gran necesidad de afecto y cariño por parte de sus amos que deberán dedicar parte de su rutina diaria al cepillado de su melena.
El Persa presenta algunas afecciones propias de su acortamiento de la cara de tipo oftalmológicas, faciales y mandibulares. Asimismo presenta algunas afecciones genéticas características como cataratas o el Síndrome de Chediak-Higashi (inmunodeficiencia genética asociada al color azul).
Respecto a sus cuidados el Persa necesita de atenciones constantes en cuanto al pelaje. Es conveniente cepillarlo a diario para retirar los pelos muertos y que se le controle los posibles casos de tricobezoares (bolas de pelo que se forman por ingesta en el aparato digestivo) tratables con alguna solución a base de aceite de parafina o malta. Igualmente, pueden sufrir problemas de sobrepeso.