Raza de gato MAINE COON
El Maine Coon es un gato corpulento, fuerte, de pecho ancho y cuerpo largo. Su cabeza es mediana, cuneiforme, de pómulos altos, ojos redondos ligeramente oblicuos y orejas puntiagudas y erguidas en la parte alta de la cabeza. Su cola es larga y con un pelaje largo y flotante que forma un penacho. Su manto es grueso, denso, largo, brillante y sedoso de colores variados excepto colorpoints lila, chocolate, fuego y fawn.
La raza Maine Coon es originaria de Estados Unidos, concretamente del estado de Maine, del que toma su nombre, mientras que Coon (de Raccoon) significa mapache en inglés. Se le denomina igualmente gato Mapache por su su abundante cola empenachada similar a la de estos mamíferos. Sus orígenes concretos son, sin embargo, desconocidos, quizá de gatos británicos adaptados al rigor climático de Nueva Inglaterra. En 1861 fue expuesto el primer Maine Coon “Capitán Jenks”. Sobrevivió como raza gracias a su aptitudes como gato de granja especializado en la caza de ratones y se renovó el interés por ellos a partir de 1950 siendo hoy una de las razas más populares, reconocido por la FIFE.
El Maine Coon es esencialmente sociable y familiar. A pesar de su gran tamaño esta raza es faldera, doméstica, bonachona, cariñosa, tranquila, afable y bastante juguetona. Tienen igualmente un lenguaje y una forma de comunicación única. Prefiere ambientes con salida al exterior aunque tiene una excelente capacidad de adaptación.
El Maine Coon es un gato fuerte y saludable. Hasta la fecha no se le ha determinado ninguna afección genética característica aunque sufre enfermedades relacionadas con el sobrepeso como la displasia de cadera y otras pequeñas deformidades en la articulación de la cadera. Respecto a sus cuidados no precisa ninguno especial más allá de las atenciones veterinarias típicas a todos los gatos. Es conveniente vigilar el sobrepeso, cepillarlo al menos tres veces por semana para retirar los pelos muertos, especialmente en época de muda y que se le controle los posibles casos de tricobezoares (bolas de pelo que se forman por ingesta en el aparato digestivo) tratables con alguna solución a base de aceite de parafina o malta.