PEQUEÑO MÜNSTERLÄNDER
Kleiner Münsterländer
Descripción
El pequeño Münsterländer es un perro de muestra de tamaño medio, cuerpo fuerte, proporciones equilibradas y musculatura desrrollada. Su cabeza es noble y alargada, de expresión inteligente, mentón bien definido y de buena musculatura. Sus orejas son anchas y caídas con abundante pelaje en forma de flecos. La cola, generalmente en horizontal y alineada con el lomo, se estrecha hacia la punta. Su pelaje es de longitud media y de tipo setter: tupido, lacio o poco ondulado, lustroso, siendo más raso sobre la cabeza y la cara anterior de las extremidades y más largo y plumoso en la parte posterior de las extremidades, cola, pecho, parte inferior del cuerpo y orejas. El color del manto presenta las siguientes variedades: blanco y marrón o roano-marrón con placas marrones y moteado. A veces con una lista blanca en el hocico y frente, o marcas canela en hocico, ojos o ano.
Origen e historia del PEQUEÑO MÜNSTERLÄNDER
El pequeño Münsterländer surge, como los otros perros de muestra alemanes de pelo largo, de la evolución del perro blanco y bicolor para la caza de aves y cetrería de la Edad Media a través del Stöberhund y Wachtelhund. A principios del Siglo XX el antaño denominado antiguo perro de codorniz del brezal estaba en sus horas más bajas. En ese momento algunos criadores y entusiastas como Hermann Löns y sus hermanos comenzaron a buscar los restos del también denominado Heidewachtel (Spaniel Alemán de Prado). El Conde von Bevervörde-Lohburg y otros criadores lograron paralelamente los primeros resultados con sus crianzas. Estos esfuerzos culminarían en la fundación en 1912 de la “Asociación del Pequeño perro de Muestra Münsterländer” cuyo objetivo era mantener la pureza y crianza del pequeño perro de muestra de pelo largo tal como se criaba en Münsterland desde hacía décadas. Sin embargo, no fue un camino fácil ya que había diferentes variedades y falta de características comunes de los ejemplares encontrados lo que presentó muchos tanto en la crianza como en la actividad de la asociación. No fue hasta el año 1921 cuando el Dr. Friedrich Jungklaus redactó un estándar definitivo de la raza. Actualmente el pequeño Münsterlander está ganando público entre los cazadores de Norteamérica donde participa en los concursos de trabajo y no en los de exposición. .
Temperamento y comportamiento del PEQUEÑO MÜNSTERLÄNDER
El pequeño Münsterländer es el más ligero de todos los perros de caza y viene siendo usado actualmente como señalador pero también como cobrador de pájaros abatidos. Usa su voz con facilidad cuando rastrea piezas y los cazadores expertos saben interpretar qué tipo de pieza es por el tono de su ladrido. Es también usado como perro de compañía especialmente en Gran Bretaña y Alemania. Por sus características requiere por tanto una gran cantidad de ejercicio por lo que es más adecuado para la vida en las zonas rurales, donde tienen más posibilidad de salir al campo, o para familias numerosas y activas con mucho movimiento. Son perros tenaces en la caza, de fino olfato, con una constitución fuerte, muy resistentes, incansables y que disfrutan con el trabajo a las órdenes de un jefe. En familia son amables, obedientes, tolerantes, dóciles, de fácil adiestramiento, juguetones incansables, fiables con los niños y tranquilos con otros perros. Si se aburre o permanece tiempo inactivo puede, sin embargo, volverse muy destructivo y ladrador.
Salud y cuidados del PEQUEÑO MÜNSTERLÄNDER
El pequeño Münsterländer es una raza que por lo general no presenta especiales problemas de salud salvo que algunos ejemplares pueden llegar a padecer problemas óseos como la displasia de cadera. Menos comunes son otras enfermedades genéticas gracias a la selección de la raza que se llevó a cabo en su origen. Conviene sin embargo revisarle sus ojos para prevenir infecciones, así como sus orejas caídas para que no se acumulen allí bacterias y hongos debido a la humedad que allí se deposita. Como sucede con otros perros de caza es conveniente que se le realice una inspección periódica, después de una jornada en el campo, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas o parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisarse las patas y orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la piroplasmosis.
Respecto a su cuidado es un perro fuerte, rústico y saludable que no precisa cuidados especiales más allá de las atenciones veterinarias comunes a todos los perros y un entrenamiento físico diario para mantenerlo en forma. Debe tenerse en cuenta que saliva mucho en días de calor. Por último, para el mantenimiento de su pelaje largo basta con cepillarlo cada dos o tres días y con más frecuencia en épocas de muda.