PASTOR DE SARPLANINAC
Jugoslovenski Ovcarski Pas Sarplaninac
Descripción
El pastor de Sarplaninac, también conocido como pastor yugoslavo de Charplanina, es un moloso grande, robusto, de constitución fuerte, proporciones equilibradas y dimorfismo sexual bien diferenciado. Su cabeza es enorme pero no pesada, con los ojos almendrados, oblicuos y pequeños y las orejas grandes, en forma de V y redondeadas en la punta. Su cola es larga, en forma de sable en reposo, ligeramente levantada en movimiento y recubierta de un pelaje tupido que forma flequillo. Su pelaje es áspero, denso, abundante, liso y largo (hasta 12 cm), con una capa interna densa y suave. El pelo es aún más tupido en el cuello, cuerpo, parte posterior de las extremidades y cola, y más corto en cabeza, orejas y parte anterior de las extremidades. El manto es siempre unicolor: gris hierro (por lo general), blanco, canela, pardo oscuro o negro.
Origen e historia del PASTOR DE SARPLANINAC
El Pastor de Sarplaninac o pastor yugoslavo de Charplanina es una raza de tipo molosoide muy antigua. Seguramente su llegada al área montañosa de Sar en la frontera de Macedionia y Serbia guarde relación con los molosos romanos que fueron ya usados por los ejércitos alejandrinos y que tienen su base en el Dogo del Tíbet, o bien quizá llegaron con las migraciones ilirias anteriores a estos. Durante siglos ha sido un efectivo guardián de rebaños en esta área montañosa. La raza y su estándar fueron reconocidos oficialmente por la FCI en 1939 con el nombre de “Pastor de Iliria” que agrupaba a dos razas actuales: el pastor de Karst y el Pastor de Sarplaninac. Durante la dictadura de Tito fue empleado como perro del ejército de Yugoslavia. En 1968 la Sociedad Central Yugoslava separó ambas razas definitivamente con los nombres actuales. Hoy en día el desarrollo de la raza está asegurado gracias a su uso en los ranchos de EEUU y Canadá donde cumple funciones de guardia de ganado frente a coyotes, lobos y osos.
Temperamento y comportamiento del PASTOR DE SARPLANINAC
El Pastor de Sarplaninac o pastor yugoslavo de Charplanina es un moloso que tradicionalmente desempeñó funciones de vigilancia, pastoreo, guarda y protección del ganado, corrales y granjas. Es, por tanto, un efectivo guardián. Hoy en día es más usado como perro de familia, guardián y defensa y en Norteamérica se usa en los ranchos para ahuyentar a los coyotes. Por sus características requiere cierta actividad y necesita ejercicio, paseos, ocupación y juego. Son aptos para entornos rurales y espacios amplios, preferiblemente exteriores, y mucho menos para entornos urbanos con sus limitaciones. Como perro de trabajo es muy obediente, receptivo, fiel al pastor, despierto, muy territorial, lo que le hace un perfecto vigilante incorruptible, muy eficaz ante extraños y depredadores a los que se enfrenta con valentía. En familia son fieles, equilibrados, tranquilos, independientes, buenos compañeros, afables, afectuosos y muy protectores. Es una raza algo dominante y ante otros perros o personas desconocidas podría llegar a encararse, por lo que se necesita una mano experta. Conviene, por tanto, ser adiestrado firmemente con cariño, paciencia y refuerzo positivo. Por último, si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse muy destructivos, compulsivos, nerviosos y ladradores.
Salud y cuidados del PASTOR DE SARPLANINAC
El Pastor de Sarplaninac o pastor yugoslavo de Charplanina es una raza fuerte y sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito aunque no está exento de las típicas afecciones de las razas gigantes como la displasia de cadera, de codo y la torsión de estómago, entre otras. Conviene, además, revisarle sus orejas regularmente para prevenir infecciones y hongos, así como los ojos. En el caso de ser un perro de trabajo, o bien realice muchas actividades en el campo, es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.
Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación constante. Respecto al mantenimiento de su tupido pelaje es necesario que se le practique un cepillado regular para retirar los pelos muertos, evitar enredos y mantenerlo en buen aspecto. Asimismo conviene controlarle las pulgas.