BOYERO DE LAS ARDENAS
Bouvier des Ardennes
Descripción
El Boyero de las Ardenas es un perro rústico, de aspecto huraño, fornido, robusto, de pesada osamenta, corto, compacto y musculoso. Su cabeza es poderosa con las orejas erguidas y altas, de base ancha. Su cola es corta (o no tiene), gruesa y de implantación alta. Su pelaje es semi-largo, de unos 6 cm, áspero y enmarañado excepto en la cabeza, donde es más corto y alisado. Los colores se entremezclan (gris, negro o leonado). También existe el pelaje de color gris, pardo o paja con variedad de tonalidades.
Origen e historia del BOYERO DE LAS ARDENAS
El Boyero de las Ardenas es una raza histórica de Bélgica también presente en Francia. Es uno de los tres pastores belgas que existen (los otros son el Boyero de Flandes y el Boyero de Roulers hoy en día casi extinto) y su origen se pierde en los albores de la historia. Históricamente su selección se hacía por aptitud de pastor de vacas y corderos y no por sus rasgos somáticos. En el siglo XIX fue usado también como perro de caza del ciervo y jabalí. A partir de la exposición de Lieja de 1903 empezó el interés en la raza y se trabajó en su selección. En 1913 se fundó del perro de boyero de Lieja y de las Ardenas y se redactó un estándar que fue perfeccionado en 1923. LA FCI lo reconoció en 1963. A finales de los 70 la raza estaba casi desaparecida. No fue hasta la colecta de colostro en los rebaños lecheros celebrada en las Ardenas en 1985 que se identificaron varios perros típicos que han servido para recuperar la raza. En 1996 se descubrió otro linaje al norte de Bélgica de una cepa llevada allí en los años 30 que ha servido igualmente para su consolidación.
Temperamento y comportamiento del BOYERO DE LAS ARDENAS
El Boyero de las Ardenas es un tradicional perro de pastoreo y guardián de vacas, acostumbrado al trabajo de agrupar, cuidar y conducir al ganado vacuno. Hoy en día sigue cumpliendo esta función con cualquier tipo de ganado pero es también un perro de compañía muy popular, guardián e incluso perro de defensa. Por sus características requiere actividad intensa y necesita mucho ejercicio, paseos, correr y jugar. Son aptos para entornos rurales y urbanos gracias a su gran adaptabilidad, prefiriendo familias activas amantes de la vida al aire libre. Como perro de trabajo suele estar siempre alerta, es tenaz, valiente, intrépido, ladrador y tiene grandes aptitudes como defensor del ganado y de sus bienes. Además, es relativamente fácil de entrenar. En familia son compañeros afables, afectuosos, muy activos, alegres, fieles y especialmente protectores con los niños a los que hay que educar para su trato con el perro. No son muy tranquilos con otros perros. Pese a su docilidad se les debe educar desde pequeños con firmeza, paciencia y perseverancia. Por último, si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse muy destructivos, compulsivos, nerviosos y ladradores.
Salud y cuidados del BOYERO DE LAS ARDENAS
El Boyero de las Ardenas es una raza rústica y bastante sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito salvo el hecho que son propensos a problemas de estómago, endometritis y quistes de ovario en las hembras. Asimismo conviene revisarle sus orejas para prevenir infecciones y hongos, así como los ojos. En el caso de ser un perro de trabajo, o bien realice muchas actividades en el campo, es conveniente que se le practique una inspección periódica del pelaje a fin de descubrir eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisársele las patas y la parte interna de las orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras.
Respecto a su cuidado no precisa muchas atenciones salvo aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita espacio, salidas diarias, ejercicio y ocupación constante. Por último, el mantenimiento de su pelaje y su barba requiere bastante atención, desde un cepillado regular con peine de crin para retirar los pelos muertos y evitar enredos, a recortarse estacionalmente. Asimismo conviene controlarle las pulgas. Igualmente necesita ser bañado regularmente.