Mejor cortar las uñas poco y más a menudo que pasarte y hacerles daño
Hay tres cosas en este mundo, y más particularmente en el mundo de los gatos que odian con toda la fuerza de su ser y son: un transportín, un baño y cortarles las uñas. Se han dado raras excepciones, dicen que se trata de leyendas urbanas, de gatos a los que les gusta el agua pero las otras dos son como mentar a la bicha.
Es sacar las tijeras de cortar las uñas o acercarte si quiera al mueble donde se guardan y los gatos se esfuman cual magos tras tirar una bomba de humo. Entonces, cómo cortarle las uñas a un gato.
¿Cuál es el animal que es dos veces animal? El gato porque es gato y araña. Sí, arañar es un comportamiento innato de los felinos. Les sirve para estirarse, por mal que te pese en tu sofá sobre todo cuando estás en otro lado de la casa y no puedes verles pero sí les oyes y también lo hacen para comunicarse.
Llevo 18… Me faltan dos… ¿Cuántas uñas tiene un gato?
Las llamamos uñas por ser amables pero en realidad son lo más parecidas a las garras del Velociraptor, sí el dinosaurio ese que corría mucho y se comía a la gente en Jurassic Park. Los gatos tienen 18 garras, perdón uñas. Cinco en cada pata delantera y cuatro en cada pata trasera. Tienen 18 uñas porque tienen 18 dedos.
Las uñas de los gatos son retráctiles, esto quiere decir que están escondidas. Aprovecha cuando el gato está tranquilo para presionar un poco la almohadilla y que las uñas salgan. Pero cuidado, porque a este ‘botón almohadilla’ a veces se le cruzan los cables y activa el efecto fuga y zarpazo, prácticamente todo a la vez y en cuestión de segundos.
¿Hasta dónde llegas?
Las uñas de los gatos son extensiones desarrolladas de la piel sobre la tercera falange de cada dedo. Esto significa que debes tener mucho cuidado hasta dónde le cortas las uñas porque si te pasas será muy doloroso para el animal ya que será como si te cortaran un trocito de la piel del dedo.
Si has pasado ya por el proceso de presionar la almohadilla y que el gato no salga corriendo y le ves la uña, también verás como una venita de color rosa. Es la señal de prohibido el paso y nunca se debe traspasar. En gatos con las garras negras, esta venita será de un negro más oscuro. Es mejor cortarles menos las uñas y asegurarnos de no hacerles daños aunque lo tengamos que hacer más a menudo que correr el riesgo de pasarnos y hacerles daño.
La vida compartida es mejor
Lo ideal para cortarle las uñas a un gato y que no se convierta en una Odisea es contar con la ayuda de alguien. Una persona sostiene al felino y otra le corta las uñas.
Lo ideal es cortar las uñas cada dos o tres semanas y procurar hacerlo en la mayor brevedad posible. Si les acostumbramos desde pequeños a tocar sus patas, no solo en el momento de cortar las uñas, será más fácil para que se acostumbre. Acompañar este momento con caricias y mimos ayudará en el proceso. Enfadarse o gritar al gato solo servirá para que tenga más miedo.
Si el gato se tuerce y se retuerce y se niega a pasar por el momento ‘mani’ déjalo, espera que se le pase y vuelve a intentarlo unos días después. La clave del éxito está en la paciencia.
Recuerda que cortar las uñas a tu gato forma parte de su higiene y además evitarás que rasquen los muebles más de lo que te gustaría y los arañazos dolerán menos, aunque nunca se debe jugar con la mano con un gato. No hay cosa más fea en este mundo que un humano con las uñas de los pies como mejillones así que no hagas que tu gato, elegante como es, pase por esta humillación.
Cómo cortarle las uñas a un gato es un consejo para Gatos, y habla sobre Cuidados.