TERRIER PARSON RUSSELL
Parson Russell Terrier
Descripción
El Parson Russell Terrier es un perro pequeño, activo, ágil, resistente, estructura cuadrada, equilibrado, compacto, de cuello musculoso, pecho algo estrecho y patas fuertes y rectas, bastante largas para su tamaño. La línea de su cabeza es plana, con las orejas triangulares dobladas hacia adelante. Su cola es de implantación alta. Su pelaje es áspero, quebrado o liso, tupido con una buena capa interna que lo protege de las inclemencias climáticas. El color del manto es blanco o blanco con marcas, especialmente en la cabeza, de colores fuego, limón o negro o de cualquier combinación de estos colores.
Origen e historia del TERRIER PARSON RUSSELL
El Jack Russell Terrier y el Parson Russell Terrier son razas creadas por el reverendo John Russell, un aficionado a la caza afincado en Devon. A principios del siglo XIX Russell compró una Terrier de tipo Fox casi completamente blanca para utilizarla en la caza de zorros, liebres y tejones. A partir de ella inició una cría selectiva de ejemplares de fox terrier consiguiendo tamaños más pequeños, de no más de 7 kg, que contaron con gran reputación al ser perros fuertes, rápidos como el fox hound e intrépidos, siendo capaces de deslizarse en la madriguera del zorro. En 1863 se presentaron por primera en público y en los albores del Siglo XX la raza se separó definitivamente del Fox terrier y se les denominó Jack Russell Terrier. En esta nueva raza existían dos variedades: una más estilizada destinada a correr con los galgos y tras los caballos (Parson Russell Terrier) y la otra con patas más cortas que se empleaba en el rastreo con los Foxhounds (Jack Russell Terrier). Al acabar la Segunda Guerra Mundial los terrier de Russell estaban muy extendidos en el mundo, sobre todo en Australia país que contribuyó a su desarrollo. Finalmente en 2000 la FCI reconoció como raza el Jack Russell Terrier, mientras que en 2001 hizo lo propio con el Parson Russell Terrier aunque aún hoy no todos los grandes registros internacionales reconocen a ambas razas.
Temperamento y comportamiento del TERRIER PARSON RUSSELL
El Parson Russell Terrier fue una raza de trabajo que tradicionalmente se empleó en la caza del zorro, como perro encargado de controlar las plagas de ratones y ratas y para vigilar la propiedad. Hoy en día es un excelente perro de compañía determinado, inteligente, extrovertido y vital. Son aptos para la vida rural y la urbana y se adaptan con facilidad a vivir en apartamentos de tamaño medio siempre que se le proporcione salidas, juego y actividad de calidad. Aman la naturaleza y apreciarán las salidas al campo y las excursiones donde, eso sí, pueden poner en marcha su instinto de cazador e ir tras cualquier animal de reducidas dimensiones.
En familia los Parson Russell Terrier son compañeros equilibrados, vivarachos, sociables, obedientes, activos, intrépidos, afectuosos, juguetones y eficaces guardianes de su casa. No es la raza más adecuada para convivir con otras mascotas o perros, aunque puede lograrlo. Son, por el contrario, algo nerviosos y territoriales con otros perros, mostrándose cautelosos hacia los extraños. Asimismo necesitan un adiestramiento y socialización firmes y cuidadosos, desde edad temprana, para impartirles normas de obediencia y llevar a cabo su correcta socialización. Por último, si se aburre o permanece tiempo inactivo o solo puede llegar a volverse muy destructivo, compulsivo, nervioso y bastante ladrador.
Salud y cuidados del TERRIER PARSON RUSSELL
El Parson Russell Terrier es una raza fuerte y sana que no presenta problemas destacados de salud, ni de carácter congénito propios de la raza salvo algunas enfermedades oculares.
Respecto a su cuidado no precisa demasiadas atenciones además de aquellas veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional necesita salidas diarias, ejercicio y ocupación regular. Hay que controlar su alimentación, pues si lleva una vida sedentaria puede tender al sobrepeso. Por otro lado, cuando realice actividades en el campo es conveniente inspeccionarle la piel y pelos a fin de controlar eventuales espigas clavadas, pulgas u otros parásitos, en especial las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir enfermedades como la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis, entre otras. Tampoco está de más dedicar tiempo a la limpieza regular de orejas, dientes, ojos y barba con el fin de prevenir hongos e infecciones. Por último, respecto al mantenimiento de su pelaje corto basta con un cepillado ocasional para retirar los pelos muertos. La variedad de pelo duro requiere más atenciones y un cepillado más intenso con peine de cerdas. Igualmente es preferible que se le bañe cada cierto tiempo para mantener su pelaje lustroso.