Es el mayor miembro de la familia pez tigre, un género de depredadores extremadamente feroces
El pez tigre goliat (Hydrocynus vittatus o Hydrocynus goliath) ya advierte por el nombre cuál es su principal característica.
Puede llegar a alcanzar los 75 quilos de peso y medir cerca de metro y medio. Su aspecto es temible. Parece una piraña gigantesca, con una mandíbula poderosa y unos músculos súper desarrollados. Lo que más impresiona de este pez Goliat, además de su tamaño, es su enorme boca, tachonada con 32 dientes afilados como cuchillas. Los dientes sobresalen ferozmente de su boca ya que carece de labios. Estos dientes, del mismo tamaño que el de los tiburones blancos y de aspecto similar al de los cocodrilos, están diseñados para no soltar las presas tras caer en sus fauces. En esto se parece al cocodrilo, con el que por cierto comparte hábitat.
Hábitat ideal del pez tigre
El pez tigre goliat es de agua dulce y de clima tropical. Puede llegar a vivir unos 15 años en cautiverio aunque se desconoce su longevidad en plena naturaleza. Es nativo de la cuenca del río Congo, pero también se le puede encontrar en los ríos Lualaba y Zambeze y en los lagos Upemba, Kariba y Tanganica, todos en África.
Este pez gigante se mueve, y perdón por el recurso fácil, como pez en el agua en el río Congo, ya que se trata de uno de los ríos más caudalosos del mundo, solo superado por el Amazonas. Al pez Goliat le encantan las aguas turbias y profundas de este río, que pueden alcanzar los 250 metros de profundidad.
Dotado para la caza
¿Por qué le gustan las aguas turbulentas? Hay dos poderosas razones: la primera es que en aguas revueltas, los peces más pequeños se ven superados por las fuertes corrientes. Se convierten en presas vulnerables, fáciles, para un carnicero como el pez tigre. La segunda razón es que el pez tigre goliat disfruta de una excelente vista y de un sistema especial para detectar a sus víctimas en condiciones de visibilidad deficientes, las más habituales en el río Congo. Este sistema consiste en un saco de aire que posee en su interior y que le permite detectar las ondas de movimiento, vibraciones de baja frecuencia, que generan los peces cuando nadan.
Sistema de ataque
Su avanzado sistema de detección de presas localiza una cuando ésta realiza cualquier movimiento brusco. El pez tigre goliat nada alrededor de su presa antes de golpearla con fuerza aprovechando su corpulencia y velocidad. Este sistema lo utiliza también el tiburón blanco en aguas abiertas, aunque el escualo suele atacar desde el fondo del océano. Es tal su ferocidad, que los nativos de las zonas donde habita aseguran que es el único animal que no teme a los cocodrilos. Es más, las crías de cocodrilo y los ejemplares de pequeño tamaño forman parte de su dieta habitual. Desgraciadamente, se sabe que los humanos también forman parte de su menú, aunque no suele ser muy habitual. Cuando el pez Goliat muerde, sus dientes afilados cortan como un bisturí y su mandíbula las atrapa con la fuerza de una hiena. Sus presas apenas tienes opciones de escapar de una muerte segura.
Pez gigante escurridizo
Es muy difícil pescar un ejemplar de este pez gigante. Su hábitat es remoto, de difícil acceso, y las profundidades a las que puede moverse complican aún más su captura, por no hablar de su peso y fuerza. Es tal su ferocidad, que incluso una vez capturado es capaz de herir a su captor. Hay que manejarlo con extrema precaución ya que sus dientes afilados y prominentes pueden seccionarnos un dedo o, lo que aún sería peor, una vena o arteria.
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