Odian la soledad así si estás pensando en un periquito, mejor que sean dos
Si tienes o estás pensando en tener un periquito pronto te darás cuenta de que esta simpática ave es ¡la alegría de la huerta!. Extremadamente sociables, activos y encantadores, los periquitos se pasan el día cantando y pueden imitar tus palabras. Les gusta la compañía, ya sea la de otros periquitos y la de los seres humanos. No llevan nada bien la soledad, durante un tiempo podremos tenerlo solo en la jaula pero más adelante deberemos proporcionarle un compañero aunque si es compañera… Mejor
Colocar un espejo para que se vea y no se sienta solo es una práctica bastante extendida pero totalmente desaconsejable. El periquito intentará intimar, tocar y le dará de comer y nunca obtendrá respuesta lo que puede ser muy frustrante para el animal.
Son muy listos, puedes abrirles la jaula para que vuelen por la casa y ellos solos volverán a su casa aunque cuidado porque defecan cada quince minutos. Ten cuidado a la hora de cogerlo porque como te muerda el dedo ¡No lo suelta!
El frío no les sienta nada bien
Si bien el calor no les afecta demasiado, son más sensibles al frío. Si tienes pensado colocarlo en el exterior evita las corrientes de aire y aunque a la jaula le deben llegar los rayos de sol, no deben ser forma directa y lo ideal es que tengan una zona de sol y otra de sombra así podrán elegir entre tumbarse al sol como los lagartos o a la sombra.
Si por el contrario, prefieres tenerlos dentro de casa debes buscar un lugar tranquilo con buena iluminación.
Una casa grande
Los periquitos son aves muy activas que necesitan moverse y ejercitarse. La jaula debe ser grande. Ten en cuenta que, como la soledad no va con el periquito, deberás tener una jaula para albergar a dos y que ambos se encuentren a gusto. La jaula debe tener como mínimo cincuenta centímetros de ancho, deberá tener algún barrote horizontal para que se puedan agarrar y perchas para que se puedan columpiar.
¿Sabías que las mejores perchas para los periquitos son gratis? Sí, nos las regala la madre naturaleza. La ramita de algún árbol servirá. Las perchas de plástico que venden con las jaulas no ofrecen buen agarre y les pueden hacer heridas. Coloca varias para que puedan hacer vuelos cortos pero nunca una encima de la otra o alguno de los periquitos sufrirá, por decirlo de manera fina un ‘¡Agua va!.
Evita las jaulas redondas, puede que sean más bonitas pero poco funcionales para las aves porque se desorientan. En una rectangular, los periquitos pueden buscar referencias.
La lechuga es la estrella
Tenemos la jaula adecuada, los juguetes, la novia… Y ahora ¿Qué le falta a mi periquito para que sea feliz como una perdiz? La alimentación. Es muy sencilla porque en las tiendas de mascotas venden una mezcla de alpiste y mijo, especialmente formulada para periquitos. Si además queremos que se ‘muera de gusto’ le podemos dar una hoja de lechuga ¡Les encanta!.
La manzana, la sandía y la pera también son bien recibidas. En realidad, pueden comer la mayoría de las frutas. No te excedas con los premios y procura proporcionarle una dieta variada.
Una pareja de periquitos puede llenar de color y alegría una casa. Lo mejor de estos animales es que con cumplir unos requisitos mínimos podemos tener periquitos sanos y felices pero si no estás dispuesto a firmar un contrato de fidelización con él, mejor piénsatelo a la hora de tener una de estas simpáticas aves ya que su esperanza de vida es de unos doce años.
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