Diccionario canino, cómo entender a tu perro

Diccionario canino, cómo entender a tu perro. Descubre cómo interpretar las miradas de tu peludo

Seguro que alguna vez has deseado que tu perro pudiese hablar. Sí, porque comunicarse con su mascota en el mismo idioma (o al menos hacerlo como nos incitó a creer Eddie Murpphy en el Dr. Dolittle) es el sueño de muchos amantes de los animales. Por fortuna, nuestros peludos son capaces de hacerse entender valiéndose de otros mecanismos que van más allá del puro lenguaje: a través de sus gestos, de su comportamiento y, sobre todo, de su mirada. De hecho, estas son fundamentales en el adiestramiento canino y pueden significar un amplio abanico de mensajes. Aprende a interpretarlas.

Tipos de mirada

Fija: lo más probable es que se trate de un desafío, de un intento de imponerse. Suele tener lugar con frecuencia entre sus semejantes. Por esta misma razón, resulta conveniente que evites observarlo de esta manera excepto en aquellas situaciones en las que le ordenes algo -en las que sí tendrás que posicionarte como macho dominante-. En todo caso, no seas nunca el que retire primero. Tampoco conviene que vigiles si te obedece, pues le estás diciendo que tienes miedo de que no lo haga y, por consiguiente, perdiendo autoridad.
Parpadeos y guiños: es su modo de indicarte que se encuentra listo para jugar (sobre todo si vienen acompañados de movimientos rápidos y continuados de la cola). Tu peludo intenta provocarte, en definitiva.
Ojos entrecerrados: en la mayoría de casos indica agresividad, que el can se está preparando para atacar. Es habitual que vengan acompañados de una observación concentrada.
Ojos abiertos como platos: el can se halla despierto, alerta, a punto para interaccionar. Suelen tener esta mirada cuando están excitados, deseando jugar; contentos por algún acontecimiento, a la expectativa, etcétera.
El animal evita el contacto visual directo: se trata de una señal de sumisión, de cortesía y deferencia.

Sin embargo (y por suerte), la mirada no es la única herramienta de la que podremos valernos para comprender a nuestro “mejor amigo”, sino que la postura y los sonidos también resultan muy significativos. Fíjate especialmente en la posición de sus orejas y hocico, y en el movimiento de su cola.

Algunas expresiones corporales típicas

Por ejemplo, si mantiene el lomo alto y la cola hacia arriba, te estará comunicando que se siente a gusto, confiado y tranquilo contigo.
Si sucede todo lo contrario (que está asustado) lo habitual es que se agache, se esconda y meta el rabo entre las patas traseras.
La agresividad la manifiestan moviéndolo hacia abajo y poniéndose rígidos. Arrugar el hocico, enseñar los dientes y erizar el pelaje son otras de las señales.
Agitarla suavemente es su particular “hola” mientras que si trazan círculos amplios simboliza un “me caes bien”.
Si se reclina extiende las patas y pone la cabeza cerca del suelo te pide juego y diversión “a gritos”.
Cuando están muy contentos, los perros tienden a revolcarse sobre su lomo, a frotar el hocico y pecho con el suelo.
Su sumisión resulta bastante obvia: recuerda a una reverencia ante el emperador.
Las orejas erguidas hacia delante muestran atención ante una situación nueva (que no les desagrada). Si se encuentran paralelas a la cabeza lo asociaremos con un desafío o situación violenta.
Colocar la pata o la cabeza sobre la grupa de otro can es una manera de demostrar su autoridad, mientras que si te lo hace a ti, solo intenta llamar tu atención.

Desafortunadamente y aunque nos gustaría, no podemos abarcar en este artículo la totalidad de gestos que cada perro puede emplear para comunicarse; especialmente si tenemos en cuenta que cada ejemplar es un mundo y dispone de sus propias señas de identidad. Y el tuyo, ¿cómo “habla” contigo?

Águeda A. Llorca Bravo
Periodista y fotógrafa

julio de 2015