Pasados los tres años de edad, 2 de cada 3 gatos sufre problemas derivados de la higiene bucal. Para evitar dolencias cómo la inflamación de las encías o la formación de sarro, te damos unos consejos para que tu mascota luzca una sonrisa de anuncio.
1.-¿Cómo puedo saber si mi gato tiene sarro?
El sarro es uno de los primeros síntomas de la aparición de problemas bucales en los felinos. Se trata de una concentración de sales -calcio y fósforo- que se forma alrededor de los dientes, dándoles un tono amarillento oscuro y, a menudo, acompañado de un olor desagradable. Esta acumulación, conllevará que restos de comida y saliva se adhieran a los dientes de tu gato siendo un escenario perfecto para la aparición de bacterias que provocarán, a su vez, mal aliento en la boca del felino.
La falta de higiene bucal puede causar otros problemas cómo la gingivitis
–inflamación de las encías- y agravar otros, cómo la diabetes.
2.- ¿Sufre mi gato dolor de encías?
La gingivitis es la inflamación de las encías, generalmente causada por la infección que genera el sarro. Unas encías sanas, deben tener un color rosa brillante. Si tienen un color rojo y oscuro o demasiado pálidas, son otro síntoma claro de que tu gato necesita una buena limpieza bucal.
No te asustes si tu mascota deja de comer, es normal. El dolor en las encías les hace que, a cada bocado de comida, sientan molestias en su boca. Existen en el mercado productos específicos para ayudar a mantener una óptima higiene dental en tu gato, en forma de piensos secos que, al masticarlos, eliminaran por fricción una buena parte del sarro de los dientes de tu pequeño amigo.
Aunque si el problema está ya muy avanzado, lo mejor será una visita al veterinario para que le haga una higiene dental con ultrasonidos, siempre con el animal sedado.
Si siendo un cachorro, acostumbras a limpiarle los dientes una vez por semana a tu mascota, te ahorrarás muchos problemas derivados de la higiene bucal.
3.- ¿Cómo le cepillo los dientes a mi gato?
Puede parecer una misión imposible, pero con paciencia y utilizando los utensilios adecuados, hay muchos dueños que cepillan los dientes de su mascota. Existen para tal efecto cepillos muy suaves, de goma -para bebés-, y que puedes ponerte en tu propio dedo para, masajear y raspar la mandíbula de tu gato.
De entrada, los gatos no toleran mucho eso de que les manoseemos la boca, pero si lo relajas previamente con un masaje en la cabeza y en la parte inferior de la boca, puedes llegar a acostumbrar a tu felino a estos cepillados que te acabará agradeciendo con el paso de los años.
IMPORTANTE: Bajo ningún concepto utilices un dentífrico común, pues es tóxico para los gatos.
Para ello utilizaremos un dentífrico especial para mascotas –es comestible- que nos ayudará a mantener limpios sus dientes y evitar, de paso, los problemas de mal aliento.
4.- La dieta, una aliada para una boca sana:
Por lo general, la comida seca y dura –pienso- siempre ayudará a que la formación de sarro sea menor. Lo ideal es realizar tres o cuatro limpiezas al mes de la boca de tu gato y una revisión anual del veterinario.
Otra opción interesante son los snacks duros, que obligarán a tu gato a mordisquearlos para deshacerlos, erosionando la capa de sarro. Y para el aliento, puedes probar también con sprays específicos o soluciones líquidas que se disuelven en el agua de tu mascota.