Como animal de compañía, el loro no comporta ningún problema. Posee una inteligencia elevada y responde extraordinariamente a los estímulos
Lo hemos visto en infinidad de ocasiones en la televisión, en películas… Vestido con un plumaje de vivos colores, el descarado loro lanza un exabrupto que sorprende a todo el mundo. ¡Ha hablado! ¿Cómo es posible? ¿Hay alguna respuesta científica a este fenómeno?
¿Por qué los loros hablan?
Los loros están cada vez más presentes en nuestros hogares. Los adoptamos como mascotas pues nos hacen compañía y, por qué negarlo, son divertidos. Como animal de compañía, el loro no comporta ningún problema. Posee una inteligencia elevada y responde extraordinariamente a los estímulos. En cambio, si no le hacemos caso, quedará condenado a una vida tediosa, incluso correrá serio peligro de enfermar. Tienes que saber, por tanto, si estás pensando en adoptar uno de estos pájaros, que debes dedicarle tiempo y atención. Cuanto más caso le hagas y más atenciones tengas con él, más te sorprenderá.
¿Podemos decir que los loros hablan? En realidad, los loros no hablan, si entendemos por ‘hablar’ la capacidad de comunicarnos mediante el lenguaje verbal. Un loro es capaz de emitir sonidos con los que se comunica con los de su especie, pero cuando le oímos pronunciar alguna palabra ‘humana’ simplemente está repitiendo un sonido que oyó anteriormente. En conclusión: los loros no hablan, no conversan, repiten sonidos.
Asombrados ante su intelecto, los científicos no paran de estudiar la capacidad de relacionarse que poseen. Hasta ahora se sabía que para ‘hablar’ utilizaban su siringe, órgano vocal de las aves que se encuentra situado entre la tráquea y los bronquios. Recientemente, se ha descubierto que su lengua, a través de pequeños movimientos, puede dar forma al aire y diferenciar sonidos, de una forma muy similar a la del hombre. En función de dónde y cómo colocamos la lengua, articulamos el aire que expulsamos y lo convertimos en sonidos reconocibles, en palabras, en lenguaje verbal.
Cuando un loro oye varias veces una palabra, es capaz de retenerla y, gracias al sistema fónico que acabamos de explicar, también de repetirla. Suelen ser los más inteligentes y vivarachos los que más hablan. Si quieres enseñarle, cuanto antes empieces, mucho mejor. Los loros jóvenes aprenden más deprisa que los viejos.
¿Cuáles son los loros más parlanchines?
Los ejemplares más dotados son capaces de retener hasta 200 o 250 palabras. El loro gris africano, o Yaco, es uno de los mejores. Es capaz de repetir frases enteras desde corta edad.
Los papagayos también son capaces de hablar, pero solo bajo ciertas condiciones, si se sienten seguros.
Las amazonas no solo imitan palabras, también son proclives a emular sonidos, risas… Otros pájaros dicharacheros, como las cotorras, requieren de bastante constancia y entrenamiento para sacar las palabras de su pico. Las ninfas también son muy habladoras. Incluso los más comunes periquitos pueden llegar a hablar si perseveramos.
Pero sin duda, el mejor ‘conversador’ que existe es el Miná del Himalaya, que aprende gran cantidad de palabras e imita en cualquier situación y lugar.
¿Estás dispuesto a intentar hacer hablar a tu loro? Allá van una serie de consejos que te ayudarán. Su sistema de aprendizaje se basa en la repetición, por lo que debes ser persistente y paciente. La primera palabra puede tardar mucho tiempo en llegar. Incluso podría darse el caso de nunca llegue a hablar. Repítesela a diario. Elige una sencilla, no empieces con “abracadabra”… Cuando veas un progreso, recompénsalo. Eso le animará a continuar.
Si eres lo suficientemente perseverante, puedes llegar a conseguir resultados increíbles. Puede ocurrir que a tu mascota le dé por repetir sonidos como el teléfono, el timbre de la puerta, y vivir situaciones curiosas.
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Periodista y responsable de comunicación
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