Raza de perro PERDIGUERO DE BURGOS


PERDIGUERO DE BURGOS

Perdiguero de Burgos

Descripción

El perdiguero de Burgos es un perro de muestra de tamaño grande, proporcionado, fuerte y de líneas medias. Su cabeza es grande y potente, con el hocico fuerte y cuadrado y las orejas altas y colgantes en forma de tirabuzón. En el cuello destaca su papada prominente. Su cola es de inserción media y suele amputársele parcialmente. Su pelaje es corto, liso, apretado y de textura áspera. El color del manto es hígado o blanco mezclados irregularmente en diversas formas, aunque las orejas suelen ser nítidamente hígado y la frente blanca.

  Origen e historia del PERDIGUERO DE BURGOS

El perdiguero de Burgos es una raza histórica castellana creada en el Siglo XVIII a partir del cruce de razas antiguas como el pachón navarro y otros pointers de huesos más finos. El objetivo era el de obtener un perro polivante para la caza con escopeta, que rastrease y mostrase ya fuera en la caza mayor, en la menor, sobre todo de la liebre, pero también como señalador y cobrador de aves. Era un perro aristocrático usado por la nobleza en sus actividades cinegéticas. No es de extrañar, por tanto, que la primera imagen de la raza aparezca en el cuadro titulado “Retrato en traje de caza del Príncipe Carlos”, realizado por Rafael Mengs en 1765. En 1911 se creó la Real Sociedad Canina de España y los primeros perdigueros de Burgos fueron inscritos. Por aquel entonces la densidad de estos perros en Burgos era mayor que en otras zonas por lo que se adoptó ese sobrenombre para el típico perdiguero castellano. Con todo y con eso, no hubo una previsión ni se aplicaron a la cría conocimientos científicos y genéticos. Tras la Guerra Civil española la raza fue diezmada y su recuperación se inició en 1956 de la mano de Fernando Huerta Ramírez y Raúl García Bengoechea, grandes defensores del perdiguero de Burgos. La raza tuvo un gran boom en los 60 y ello fomentó la reproducción de perdigueros bajo criterios exclusivamente mercantilistas, lo que originó ejemplares que ocasionaron lo contrario de lo previsto: el desprestigio de la raza. Hoy en día es una raza consolidada que se usa principalmente para fines cinegéticos casi con exclusividad dentro de las fronteras de España.

  Temperamento y comportamiento del PERDIGUERO DE BURGOS

El perdiguero de Burgos es un cazador polivalente que viene siendo usado actualmente en todo tipo de caza, principalmente como señalador y rastreador eficaz y tranquilo que usa un ladrido continuo mientras rastrea, adaptándose bien a diversos ambientes: maleza, agua o bosque tupido. Es también un buen cobrador de pájaros abatidos. Por sus características requiere por tanto una gran cantidad de ejercicio por lo que es más adecuado para la vida en las zonas rurales, donde tienen más posibilidad de salir al campo, o para familias numerosas y activas con mucho movimiento y espacio. Son perros tenaces en la caza, de fino olfato, seguros, valientes incluso ante piezas de caza mayor, con una constitución fuerte, muy resistentes, incansables y que disfrutan con el trabajo a las órdenes de un jefe. En familia son amables, obedientes, tolerantes, dóciles, de fácil adiestramiento, juguetones incansables, fiables con los niños y tranquilos con otros perros. Si se aburre o permanece tiempo inactivo puede, sin embargo, volverse muy destructivo y ladrador.

  Salud y cuidados del PERDIGUERO DE BURGOS

El perdiguero de Burgos es una raza que por lo general no presenta especiales problemas de salud salvo que algunos ejemplares pueden llegar a padecer problemas óseos como la displasia de cadera. Menos comunes son otras enfermedades genéticas gracias a la selección de la raza que se llevó a cabo en su origen. Conviene sin embargo revisarle sus ojos para prevenir infecciones, así como sus orejas caídas para que no se acumulen allí bacterias y hongos debido a la humedad que allí se deposita. Como sucede con otros perros de caza es conveniente que se le realice una inspección periódica, después de una jornada en el campo, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas o parásitos en la piel o pelos. Especialmente deben revisarse las patas y orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la piroplasmosis.

Respecto a su cuidado es un perro fuerte, rústico y saludable que no precisa cuidados especiales más allá de las atenciones veterinarias comunes a todos los perros y un entrenamiento físico diario para mantenerlo en forma. Por último el mantenimiento de su pelaje corto es sencillo y basta con un cepillado semanal para retirar los pelos muertos.