JINDO
Korea Jindo Dog
Descripción
El Jindo, o perro de chindo, es una raza de tipo spitz, tamaño mediano, proporciones armoniosas y musculosa. Sus extremidades son fuertes, con las patas delanteras muy rectas y acabadas en pies de gato. Su cabeza es maciza, en forma de cuña, con los ojos almendrados, colocados en forma triangular, y las orejas erectas y triangulares. Su cola o está curvada sobre el lomo, o puede ser llevada en forma de hoz. Su pelaje es de doble capa, con la externa espesa y suave; y la interna densa, suave y de color pálido. En la cola y parte posterior de los muslos el pelaje es más largo. El color del manto varía entre el bayo rojizo, blanco, negro, negro y canela, gris y moteado.
Origen e historia del JINDO
El Jindo es una antigua raza tipo spitz que está presente en Corea desde hace 3000 años. Se desarrolló en la isla de Jindo, en el suroeste y durante siglos fue empleado allí para la guarda de granjas y para la caza de jabalíes, conejos, tejones y ciervos. Su fidelidad es legendaria. El caso más popular es el de Baekgu, un perro Jindo de siete años que fue vendido por su propietario cuando éste atravesaba dificultades económicas. El nuevo dueño vivía a unos 300 km de su antigua casa y al llegar al nuevo hogar, el perro se escapó, apareciendo siete meses más tarde en su primera casa. Hoy en día es el perro nacional coreano y desde finales del Siglo XX se está haciendo popular en Norteamérica, Japón y China.
Temperamento y comportamiento del JINDO
El Jindo es un perro usado tradicionalmente en su isla natal en actividades cinegéticas de caza menor. Actualmente sigue siendo usado para tal fin tanto en Corea como en otros lugares, pero más como mascota familiar y guardián. Por sus características de perro cazador requiere actividad intensa y necesita mucho ejercicio, paseos, correr y jugar. En la caza son entusiastas, valientes, perseverantes y muy despiertos. En familia son compañeros inteligentes, tranquilos aunque activos, alegres, afectuosos, especialmente fieles, vivaces, juguetones con los niños, tolerantes y siempre alertas. Es incompatible con otras mascotas, en especial con hámsteres y conejos, desafiante con otros perros y reservado con los extraños. Por todo ello debe realizarse un adiestramiento con paciencia para una correcta socialización y aprendizaje de normas de obediencia. Por último, no soportan la soledad. Si se aburren o permanecen tiempo inactivos o solos pueden llegar a volverse destructivos, nerviosos y muy ruidosos.
Salud y cuidados del JINDO
El Jindo es una raza que no suele presentar muchos problemas de salud salvo algunas típicas enfermedades como la luxación de rótula, la displasia de cadera y otros problemas digestivos. Tampoco se le conocen enfermedades congénitas características salvo el hipotiroidismo, la atrofia progresiva de retina y otros problemas oculares. Asimismo conviene revisarle su pelaje, orejas y ojos para prevenir infecciones. Como sucede con otros perros de trabajo que realizan actividades al aire libre es conveniente que se le realice una inspección periódica, después de una jornada en el campo, a fin de descubrir eventuales espigas clavadas o parásitos en la piel y pelos. Especialmente deben revisársele las patas y orejas. Atención a las garrapatas ya que pueden llegar a transmitir la babesiosis, la ehrlichiosis o la hepatozoonosis.
Respecto a su cuidado es un perro saludable que no precisa muchos cuidados además de las atenciones veterinarias comunes a todos los perros. Para su equilibrio físico y emocional precisa salidas diarias y cierta actividad constante. Debe tenerse en cuenta que la vida sedentaria puede ocasionarle sobrepeso. Su doble pelaje los hace muy resistentes al frío pero por el contrario no toleran tan bien las altas temperaturas. Por último, para el mantenimiento de su pelaje de doble manto es necesario un cepillado regular tanto para retirar los pelos muertos, como para prevenir problemas en la piel. Igualmente necesita ser bañado al menos cada seis meses aunque hay algunos ejemplares que no soportan el agua.