Raza de perro BOYERO DE APPENZELL


BOYERO DE APPENZELL

Appenzeller Sennenhund

Descripción

El Boyero de Appenzell es un perro tricolor negro o marrón oscuro con marcas blancas y fuego que suelen ser simétricas y regulares. Su pelaje es corto, tupido y lúcido. Su tamaño es mediano a grande, de estructura casi cuadrada, equilibrado armónicamente en todas sus partes y de buena musculoatura. Su cabeza es ancha y plana con las orejas en forma de V que le suelen caer a ambos lados de la cabeza. La cola se enrosca por encima del lomo. Es un perro muy movido y ágil y con expresión de astucia.

  Origen e historia del BOYERO DE APPENZELL

El antecesor de las cuatro razas de perros de montaña suizos: Boyero de Appenzell, Boyero de Entlebuch, Boyero de Berna y Gran boyero suizo, puede remontarse a un antiguo perro de origen asiático (molossus romano) que desciende del dogo del Tíbet. Este mastín que fue introducido en el Mediterráneo por los ejércitos alejandrinos y fue usado como perro de guerra, sobre todo posteriormente, por el ejército romano. En los valles alpinos y otros lugares de frontera del Imperio Romano, zonas de agricultura de subsistencia con un peso importante de la ganadería, este perro fue usado como guía y protector de rebaños. En el transcurso de los siglos estos grandes perros fueron cruzados con otros mastines y perros de pastor dando lugar a las cuatro razas de perro de montaña suizos que han sido usados como perros de tiro, guarda de granjas y guía y protector de rebaños frente a lobos y osos. En el siglo XIX los canófilos se empezaron a interesar por estos perros redactándose un estándar para cada una de las cuatro razas. En concreto esta raza fue estandarizada en 1914. Hoy en día sigue siendo poco común fuera de Suiza.

  Temperamento y comportamiento del BOYERO DE APPENZELL

Por su tamaño y carácter, el appenzeller o Boyero de Appenzell es un perro versátil que suele usarse ya sea como mascota, vigilancia o protección del ganado. Es un perro muy dinámico, vivaz, seguro de sí mismo y de temperamento intrépido. Suele ser, sin embargo, bastante desconfiado con los extraños. En familia es muy apegado y amable aunque tiende a tener preferencias por algún miembro. Con los niños suele llevarse bien. También es un perro que tolera tanto a otros animales domésticos, como a perros. Al ser un perro de trabajo, es muy dinámico y precisa de mucho ejercicio diario, juego y actividad al aire libre, además de compañía frecuente. Si estas dos condiciones no se cumplieran, podría convertirse en un perro destructor y ladrador. Por último, no es la raza más recomendable para la vida en un apartamento.

  Salud y cuidados del BOYERO DE APPENZELL

Hay que atender a una correcta socialización del Boyero de Appenzell desde una edad temprana, mediante un adiestramiento del tipo “refuerzo positivo”. Los métodos de adiestramiento tradicional pueden dar buenos resultados, pero no permiten aprovechar todo el potencial de un perro tan dinámico y con gran agilidad mental. Para tener un perro saludable y equilibrado es recomendable jugar y practicar ejercicios al aire libre. Al tratarse de una raza no muy comercializada, sus características zootécnicas permanecen intactas, siendo una raza fuerte y no aquejada de grandes problemas de salud. Respecto a su pelaje, su cuidado es sencillo y es suficiente con el cepillado regular, unas dos o tres veces por semana.