11 costumbres y travesuras felinas adorables


Nuestros pequeños mininos comparten una serie de hábitos y travesuras que los hacen todavía más adorables

Aunque compartir la casa con un peludo y abrazable gatito es una experiencia de vida maravillosa, nuestros pequeños amigos, en su comportamiento infantil (y su instinto salvaje) pueden llegar a tener ciertas costumbres y a comportarse de un modo travieso que deberíamos corregir. Hoy repasamos algunos de esos hábitos por los que resulta casi imposible amonestarles sin que se nos escape una sonrisa.

Tumbarse delante del teclado:

Cuando trabajas con el ordenador, estudias o pasas muchas horas en casa frente a la pantalla, la compañía felina es la mejor. Sin embargo, al animalito no le bastará con que lo acaricies de vez en cuando sino que requerirá toda tu atención. Para lograrlo mordisqueará tus bolis, los lanzará al suelo y un clásico: se acomodará entre el teclado y tus manos y apoyará su cabeza sobre el tabulador. Los cables son otra de sus fijaciones.

Subir al regazo mientras usas el baño:

Si estás a punto de adoptar a un gato, hazte a la idea de que tu intimidad terminará pronto (merece la pena, para qué negarlo y siempre puedes cerrar a cal y canto). Se tumbará a vuestro lado mientras mantenéis relaciones sexuales y abrirá la puerta cuando estés en el baño. Incluso es probable que juguetee con tu ropa interior o suba a tu regazo en plena faena.

Hablando del WC no podemos olvidar su especialidad: El arte gatuno a base de pedazos del rollo de papel higiénico (o más conocido en inglés como “Paw-casso”.

El dilema de las puertas cerradas:

El gato es una especie muy independiente, que anhela la libertad de movimientos. Cuando le cerramos la puerta, estamos limitándolo, motivo por el cual protestará rascándola. Ahora bien, esto no quiere decir que vaya a salir, sino que no soporta carecer de la posibilidad de pasar de un espacio a otro.

Colarse entre las sábanas cuando hace la cama:

Cambias la bajera, estiras la colcha y -¡oh, sorpresa!- hay un bulto bajo ellas. Evidentemente es tu mixino.

Quitarte la silla:

Te levantas un momento y, cuando vuelves, se ha adueñado de tu sitio mientras te mira como si la cuestión no fuese con él.

Tumbarse encima de la ropa:

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Recién planchada o de la toalla que has preparado al salir de la ducha: por supuesto, llenándola de sus largos y brillantes pelos.

Cazar insectos “sin perspectiva”:

Los gatos son unos grandes cazadores y, por eso, su instinto les lleva a atrapar a moscas, mosquitos y otros pequeños bichos que se cuelan en nuestro hogar. Poseen una capacidad de reacción, unos reflejos y una atención únicos, unas características que, en ocasiones, provocan en el minino una pérdida de perspectiva. Es decir: tu gato se olvida de que se encuentra en una casa y perseguirá su obsesión al margen del mobiliario, las plantas o de cualquier accesorio del piso.

Beber agua del grifo:

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A pesar de que la creencia popular afirma que a estos felinos les aterra el agua, nada más lejos de la realidad, pues a la mayoría les encanta juguetear con el chorrito de la pila, beber de él y mojar sus patas. Algunos permanecen durante horas mirándolo fijamente y hasta pueden quedarse dormidos en ella (la pila) y/o el bidet. Eso sí, con el grifo cerrado ya.

Despertarte con su dulce maullido:

Y su naricilla fría en la cara, sus patitas en el pecho y un largo etcétera que seguro que te suena. Lo mejor es cuando persiguen el movimiento de tus pies y se abalanzan sobre tus gemelos en un mordisco imposible.

Mamarte:

Sí, quizás la costumbre más dulce. Introduce su cabecita en tu estómago, y te “amasa” con las pezuñas. Unas garritas de lo más afiladas, por cierto, pero cómo quitártelo de encima en un estado tan entrañable.

Y tu gato, ¿qué costumbres y travesuras adorables mantiene?

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Águeda A. Llorca Bravo
Periodista y fotógrafa

marzo de 2015

11 costumbres y travesuras felinas adorables es un consejo para Gatos, y habla sobre Temas generales.


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